
En 1388, durante el reinado de Juan I (hijo de Enrique II de Trastámara), el Duque de Lancaster reclama para su mujer Constanza (hija de Pedro I) la corona de Castilla. Al llegar las tropas del Duque a Palencia se encuentran la ciudad desguarnecida y sin hombres que la defendiera, pues estaban combatiendo en otros frentes. Son las mujeres las que repelen el ataque con armas domésticas y contra todo pronóstico. Enterado de la hazaña el rey D. Juan I, nombra a las mujeres palentinas miembros de la orden de los CABALLEROS DE LA BANDA. Distinción que hasta entonces sólo era concedida a los caballeros. Por este motivo “llevarán una correa ancha de tres dedos sobre sus ropas, la cual a manera de estola echarán sobre el hombro izquierdo y la anudarán debajo del brazo derecho”. Al portar esta banda dorada las mujeres palentinas no tienen la obligación de inclinarse ni descubrirse en presencia del Rey. Semillas de libertad relata esta historia.
21 adolescentes del Colegio La Salle de Palencia ponen en escena Semillas de libertad: una historia de Palencia. La función se realiza con el fin de visibilizar la realidad de las personas sin hogar, en colaboración con Cáritas Diocesana de Palencia